Arte y orfebrería en ocho siglos de historia de las parroquias pitiusas. El Museo Diocesano de Ibiza, al que se accede desde el interior de la Catedral de Santa María, ocupa la sacristía y la sala capitular del templo. Fue fundado en 1965 y expone pinturas, esculturas, ornamentos y objetos litúrgicos relacionados con la historia de la iglesia en Ibiza y Formentera y sus diócesis (s. XIII-XX). El Museo, remodelado en 2006, también cuenta con una colección de joyería tradicional ibicenca, con rosarios y cruces labradas.
Las primeras iglesias del siglo XIV construidas en la isla se caracterizan por su aspecto de fortaleza, debido a la función defensiva que tenían encomendada. Es el caso de las de Santa Eulàlia, Sant Antoni, Sant Jordi y Sant Miquel. La iglesia del pueblo de Sant Joan de Labritja está dedicada a Sant Joan Baptista, y su construcción fue autorizada en el año 1726, ya que para los vecinos de la zona quedaban muy lejos las iglesias de Sant Miquel y de Santa Eulàlia. En el año 1732 ya estaba construida, y era una vicaría dependiente de la parroquia de Santa Maria de Ibiza. En el año 1785 fue declarada parroquia.
Su construcción fue ordenada por el primer obispo de Ibiza, Manuel Abad y Lasierra, en 1785 y fue inaugurada doce años más tarde, en 1797 Elegante y muy bien proporcionada, la iglesia de Sant Llorenç de Balàfia se inauguró en 1797. El porche de entrada cuenta con un único arco y la nave está compuesta por cinco tramos bajo bóveda de cañón. La verticalidad de esta iglesia es su seña de identidad, así como la cúpula sobre el prebisterio, de tipo gallonado, es decir, dividida en gajos.
La pequeña capilla de Sant Ciriac, en Dalt Vila, está horadada en el muro de la calle que sube hacia la Catedral. Según la leyenda, está construida en el punto por el que penetraron las tropas catalanas en el recinto amurallado en 1235.
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