Por la zona del mirador de la plaza, desde donde se ve Formentera y hay una réplica de la estatua de Guillem de Montgrí que se encuentra en la catedral de Gerona, hay que dirigirse al baluarte de Santa Llúcia, cuyo trazado evoca la proa de una nave. Desde este punto se inicia el descenso por la zona de sa Carrossa, y de nuevo se llega al Patio de Armas. Así se abandona la ciudad amurallada por la Puerta del Mar, donde se inició el recorrido.
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